LAVERDAD
En su tierra, Cehegín, dicen de María Ángeles Ibernón que es un ángel. Prácticamente toda su vida se ha visto envuelta en la enfermedad del cáncer, que han padecido sus familiares directos. Ahora ella es voluntaria en la lucha de esta enfermedad en su pueblo natal y pertenece a la directiva de la Junta Local de Bullas. Ha publicado, con fines benéficos, 'Susurrando palabras' y '¿Me dibujas un cuento?'. Ya van por la segunda edición y serán presentados en varios municipios de la Región.
-¿Por qué escribe?
-Me reconozco toda la vida escribiendo; siempre he estado comprometida con el cáncer, pues toda mi familia se ha visto involucrada en esta enfermedad. Mi madre murió muy joven, a los 47 años, y yo de pequeña estaba al lado de ella, junto a la cama y escribía. También he perdido a mi padre y a una hermana con 35 años de edad, ambos con la misma enfermedad. A mi hermana, Juana Mari, va dedicado el libro 'Susurrando palabras'.
-¿Qué susurran las palabras?
-Vida. Es pura vida, fuerza, constancia y, sobre todo, no solo va dedicado a mi hermana, que no pudo ganarle la batalla al cáncer, sino también a personas que están intentando luchar contra esta enfermedad, y a los que la han superado. Les pueden susurrar palabras a toda persona que haya tenido problemas de cáncer y a sus familiares.
-¿Qué significa para usted el cáncer?
-Inicialmente lo veía de una manera y ahora, de otra. He aprendido a vivir con el cáncer y a trabajar en la lucha contra esta enfermedad. Lo que antes repudiaba, ahora necesito estar implicada activamente; y si sé escribir, y con ello puedo ayudar a ganar alguna vida, pues benditos sean mi escritura y mis versos.
-¿Qué le diría a una persona enferma de cáncer?
-Nadie llora hasta que no le pegan. Pienso que son las que tienen que luchar y agarrarse a un clavo ardiendo y no solo contra esta enfermedad. Me gusta luchar por todo y hacer frente a todo. Me ha tocado vivir la realidad del cáncer en tres ocasiones y hay que luchar en el día a día.
-¿Y a otras familias en esa misma situación?
-En primer lugar, que la sonrisa tiene que prevalecer por encima de todo. Tienen que hacer agradable la convivencia con el enfermo y nunca tratarla con lástima. El cáncer hay que verlo no como una enfermedad normal y corriente, pero si te ha tocado hay que luchar. Todos nos vamos a morir de algo y hay que tener un sentido positivo y luchar en la vida.
-¿Cómo es su poesía?
-Me gusta que llegue a todo el mundo, que todos puedan entenderla. Escribo igual que hablo.
-Usted da siempre los buenos días con un poema en las redes sociales, ¿por qué?
-Me gusta levantarme y mi primer pensamiento es una poesía, y, en este primer momento, es lo que dicta mi corazón, aunque a lo largo del día piense que lo podía haber escrito de otra manera. Pero hago lo que me transmite el corazón al iniciar el día.
-¿Me podía recitar una poesía de buenos días?
-Dime cuando puedas/ dónde fuiste esa mañana./ Dímelo al oído/ susurrando palabras./ Dilo muy bajico/ que escucha mi alma/ Pero, ¡dímelo mi cielo!/ que mi espíritu/ no calma por palabras./&hellip
-¿Cómo se dibuja un verso?
-Si dibujas versos dibujas sonrisas, pues la recaudación del libro '¿Me dibujas un verso?' va destinado a unos niños de un orfanato de Lucknow (India); son niños de la calle. Yo cambio versos por vida, que es lo que sé hacer: escribir. No quiero ganar dinero sino ganar vida.
-¿Qué tiene de especial la poesía infantil?
-Para mí lo es todo. Empecé a escribir siendo muy niña cuentos, relatos y poesías, sentada en una mesa junto a mi madre enferma.
-¿Cómo entusiasmaría a los niños por la poesía?
-Debe realizarse en la escuela. En las aulas deberían disponer de momentos dedicados a leer poesía, aprenderían a amarla, tanto la poesía como la lectura.
¿En Cehegin se la considera un angel?¿quién ha contrastado que esa frase es cierta?
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