jueves, 24 de octubre de 2013

Quince heridos leves al volcar en la salida de la autovía en Cehegín el autobús que une Murcia con Caravaca de la Cruz





LAVERDAD

El conductor logró evitar males mayores al llevar el vehículo cuesta arriba para frenarlo

Alfonso Abril, en sus más de veinte años como profesional del volante, no se había visto en una igual: «¡Dios mío, Dios mío, los frenos!», acertó a gritar mientras trataba de controlar el autobús que conducía en la salida oeste a Cehegín de la autovía del Noroeste, tras comprobar que se había quedado sin frenos.

El vehículo -que había partido de la estación de autobuses de San Andrés en Murcia a las 15.30 horas- acabó atravesando una rotonda y volcando, tras golpear contra el talud de la vía de servicio de la autovía. En su interior, veinticinco pasajeros, de los que quince resultaron con contusiones leves, según informaron fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias (112). Los heridos fueron trasladados al hospital comarcal de Caravaca de la Cruz, para ser atendidos por fracturas y policontusiones. Seis de ellos recibieron el alta de inmediato, según explicó el jefe de servicio, el doctor Melgarés.

Otros pasajeros fueron atendidos 'in situ' por las cuatro ambulancias desplazadas al lugar del siniestro -la Unidad Medicalizada de Emergencias con base de Caravaca, el vehículo del Servicio de Urgencias de Atención Primaria de Cehegín y otras dos convencionales-. Hasta este punto de la autovía también acudieron la Guardia Civil y efectivos de la Policía Local de Cehegín.

En servicios mínimos

El conductor del autobús, de 42 años, sufrió, además de diferentes golpes, un corte en un codo que precisó de puntos de sutura. Alfonso Abril, vecino de Cehegín, conocía de sobra la vía y contaba con una dilatada experiencia en la línea, que cubría para la compañía IASA en régimen de servicios mínimos, ya que sus trabajadores están en huelga debido al impago de varias nóminas.

Pese a lo aparatoso del accidente, la pericia y experiencia al volante de Alfonso, evitó males mayores. Tras atravesar la rotonda que distribuye el tráfico hacia el casco urbano y la salida, el conductor logró dirigir el autobús sin frenos hacia la rampa contraria -la de acceso a la autovía en sentido Caravaca- cuesta arriba, lo que hizo que el vehículo perdiera velocidad antes de chocar contra el talud de la vía de servicio. Esa maniobra provocó finalmente que acabara volcando.

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