Antonio Puerta triunfa, ilusiona y reivindica su puesto entre los mejores en Tobarra

Foto feriataurina.es

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El novillero ceheginero Antonio Puerta fue el triunfador indiscutible del festejo celebrado en la tarde de ayer en la localidad albaceteña de Tobarra, a la que se desplazaron numerosos aficionados de Cehegín en dos autobuses y coches particulares, y en el que compartía cartel con los novilleros calasparreños Juan Gabriel y Filiberto.

Entre los asistentes cehegineros al festejo no faltaron los padres del novillero así como otros familiares, el concejal Paco Abril,  miembros del Club Taurino de Cehegín, encabezados por su presidente, Pedro Moreno, el presidente de la Peña Taurina Pepín Liria, Pepe Franco y numerosos aficionados, que disfrutaron de una gran tarde de Puerta, que ilusionó a la afición y demostró que está muy vivo en el mundo del toro y con inmensas ganas de triunfar y reivindicar un puesto entre los mejores.

Por su interés reproducimos fragmentos de las noticias aparecidas en el día de hoy en medios regionales como La Verdad y elmuletazo.com

EL MULETAZO

Los tres murcianos que actuaron este sábado en Tobarra, los novilleros de Calasparra Juan Gabriel y Filiberto, así como el de Cehegín, Antonio Puerta, "tocaron pelo". El triunfador indiscutible del festejo fue Puerta que consiguió las 2 orejas de cada uno de sus toros, correspondiéndole el mejor lote de la tarde, como lo demuestra la vuelta al ruedo con la que fue premiado su primer novillo de Guadalest.

El de Cehegín estuvo a la altura de la clase, calidad, repetición y bravura de sus oponentes, aunque el segundo de su lote que "blandeó" supo llevarlo a media altura y sacarle sobre todo por el pitón izquierdo bellísimos naturales.

El novillero de la tierra estuvo a la altura de las circunstancias, brillante con el capote y muy centrado con la muleta en sus 2 toros. Nos recordó al Puerta de los mejores tiempos. En su primero la faena fue de más a menos pero los adornos finales le permitieron después de una estocada cortar las dos orejas.

Su segundo que blandeó tras salir del caballo y al equivocarse el torero iniciando la faena por bajo, tuvo la suficiente inteligencia para subirle la mano y a media altura meterlo en el canasto. Lo mejor fueron las dos tandas de naturales que le recetó a su oponente. Antonio se mostró seguro, poderoso, con cabeza, con sitio y en algunos momentos pinturero. Mató de bajonazo y estocada y cortó las dos orejas del quinto de la tarde. (...)

LA VERDAD

La de ayer en Tobarra fue una novillada de toreros murcianos que no defraudaron. El triunfador fue Antonio Puerta y, para los que podían pensar que el de Cehegín esta acabado, Puerta sacó a relucir el toreo fresco de sus inicios, dejando claro que está muy vivo.

El volumen de la novillada, salvo el sexto, fue el de un festejo sin caballos y que Antonio Puerta, con lo que lleva toreado, debe estar sobrado con este ganado. Pero no menos cierto es que Puerta realizó una faena de altos vuelos a su primer astado, que derrochó nobleza y bravura, y exprimió al quinto. Manejó con garbo la capa y firmó dos medias de mucho empaque. El inicio de faena, citando de lejos en el centro del anillo para cambiar el viaje del novillo por la espalda hasta en dos ocasiones, sin enmendar la posición y para luego enganchar en redondo y abrochar con el de pecho, fue el mejor prólogo posible a un trasteo que continuó en redondo. Fluyeron series largas, citando de lejos para ligar en redondo hasta cinco y de pecho. Tras firmar una buena tanda de naturales, acortó las distancias. Tras un circular, sin mover las zapatillas, encadenó pases por alto y el de la firma. Como enterró todo el acero en un buen volapié, se llegó a pedir el rabo.

Redondeó el triunfo con otras dos orejas del quinto, novillo que no anduvo sobrado de fuerza. Faena bien construida técnicamente, con series a media altura, que fue de menos a más. Animó el final de su labor con molinetes enlazados y unos muletazos por bajo, con la pierna arqueada, de los que salió para entrar a matar. Sacó la espada tras hacer guardia y mató de otro buen volapié. (...)