Que llueva pronto. Esta ha sido la petición más elevada este año a San Isidro Labrador, el patrón de unos agricultores que ansían la lluvia tras largos meses de sequía. Y es que Cehegín ha vuelto, un año más, a exaltar las costumbres y el folclore huertanos cuando en la plenitud de la primavera el calendario marca la festividad del patrón de todas las gentes relacionadas con el mundo del campo.
Miles de personas han salido a lo largo del día a las calles de la localidad ataviadas con el traje regional para continuar con esta costumbre. La procesión con la imagen de San Isidro Labrador, precedida por el desfile de varias carrozas engalanadas con motivos huertanos, caballerías y grupos de animeros y coros y danzas, ha recorrido las calles más céntricas desde su comienzo en el Parque Juan Carlos I.
A la finalización del desfile ha comenzado en el Parque Juan Carlos I la actuación musical de las formaciones invitadas este año, que han sido los animeros del Campillo de los Jiménez, Campo de San Juan y El Sabinar, el grupo de folclore Virgen del Rosario de Campos del Río, el grupo de folclore de Las Torres de Cotillas y la rondalla Trieta de Moratalla.
Por la mañana ha tenido lugar el traslado de San Isidro desde el Santuario de la Virgen de las Maravillas hasta el Parque Ginés Ibáñez, donde ha tenido lugar una misa huertana de campaña cantada por grupos de animeros. En esta misa se ha rogado especialmente para que lleguen las lluvias que ayuden a paliar la sequía.
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